"Almas despiertas": Capítulo 3
Hola lectoreeeeeesss!! Como estais hoyyy?? Yo cansada 😅 Cansada en sentido de dormir ehh, es que estoy harta de despertarme a las 7 cada día... Y vosotross?? También estáis en modo zombiee??
Hoy vengo a traeros un nuevo capítulo de almas despiertas!! No será tan largo como los otros, eso sí, porque, como he dicho, estoy cansada y no me apetece seguir escribiendo. Pero, no os procupéis que el cuarto capítulo vendrá cargado de muchas bombaass!!
Os recuerdo que siempre podéis leer con música de la web. Además podéis sugerirme géneros de canciones para poner playlists a vuestro gusto.
Y...por último...os dejo los links de los otros dos capítulos por si todavía no los habéis leído!! (O por si los queréis releer, jiji).
Ahora siii, os dejo con el nuevo capítuloooo.
3
HANNAH
Aquella noche me fue imposible dormir. Era como estar encerrada en la casa del enemigo, no sé si me entendéis. Como si me hubiesen secuestrado y no supiese qué hacer. Como si lo que estaba pasando en esa casa no fuera conmigo. Como si solo fuese un objeto más, sin valor, sin opinión, sin nada.
Eran las tres de la madrugada y yo seguía con la mirada fija en el techo, pensando y procesando todo lo que estaba pasando y lo que estaba a punto de pasar.
¿Quién habría pensado hace un año que acabaría en Los Ángeles? Mi vida antes era muy sencilla. Solo me preocupaba llegar a fin de mes. No pensaba en nada de esto y era algo que extrañaba mucho. Además, había dejado a mis amigos en Canadá y todo lo que me importaba de verdad. Como mi grupo callejero de interpretación. Al cual añoraba muchísimo.
Como ya sabéis, yo nunca he sido una persona rica. Más bien, era demasiado pobre y, como no podía pagarme una escuela de interpretación, unos amigos míos y yo formamos una asociación para lo futuros y futuras actores y actrices. Se llamaba así: Asociación para Futuros Talentos de Downtown Eastside. Era un proyecto que lo había llevado a cabo desde mis 10 años, cuando decidí ser actriz. No era un capricho momentáneo, no. Era la realidad más real de toda mi vida. Siempre me había gustado interpretar personajes televisivos o imitar a los personajes de Disney que tanta gracia me hacían. Y, ahora, estaba a punto de hacer mi sueño realidad. Aunque dudaba que Hayden me recomendara a algún lado.
Te tendrás que buscar la vida, Hannah… – Pensé.
Decidí salir al porche a observar el cielo, lleno de estrellas y con una luna llena súper brillante. En Canadá, pocas veces veía el cielo, casi nunca salía al balcón a observarlo. Aunque siempre me había gustado. Envidiaba a las pequeñas estrellas. Siempre tendrían a alguien con quien poder estar, nunca estarían solas. Cosa que, para los humanos, era difícil de evitar. Además, yo en la escuela era invisible y no se notaba mi ausencia cuando hacía campana. Algo que siempre me había gustado.
Ser invisible tiene sus ventajas. – Pensaba yo siempre…
Hasta que llegó Liam y Lexie, mis dos mejores y únicos amigos. Con los que siempre podría contar.
Volví a mi cuarto y encendí el móvil. No había pasado ni media hora. La estancia en esa casa se me estaba haciendo eterna… Encendí el móvil y decidí enviarle un mensaje a Liam:
Terminé durmiéndome a las cinco de la mañana y a eso de las seis sonó un fuerte golpe, un ruido que me despertó por completo. Así que cogí mi bata, que la había sacado el día anterior de la maleta, y me la puse, dejando mi pijama de manga corta bajo una fina tela de algodón.
Me dirigí hacia la cocina, donde me encontré a Hayden, vestido con ropa de salir, y con James, que estaba limpiando el suelo, ya que habían tirados unos cuantos platos al suelo. Cuando me vieron, se giraron y me dijeron un seco “Buenos días”, al cual respondí con igual entusiasmo. Saqué una taza del armario y me dispuse a prepararme un café. No solía tomar, pero estaba demasiado cansada como para no tomarme algo que me despertase un poco.
Una vez bebido aquel líquido caliente, me fui a mi habitación y me puse ropa deportiva, con la intención de salir a correr para despertarme y despejar mi cabeza un poco.
La calle estaba muy tranquila. En el fondo, me alegraba de estar donde estaba, ya que me sentía libre…pero, por otro lado, no paraba de pensar en todas las cosas que había dejado atrás… Era algo que nunca le perdonaría a mi madre.
Al llegar de nuevo a la mansión, porque sí, era una mansión, me encontré con Hayden, que aparcaba su coche en su respectiva plaza de aparcamiento. Al verme, creí interpretar en su mirada nerviosismo. ¿Por qué? Ni idea.
– Hannah, tengo que hablar contigo. – No me preguntéis por qué, pero algo en mi interior se removió al oírle decir mi nombre. Era como si solo existiéramos él y yo.
Pero, Hannah, ¿en qué estás pensando? Vuelve a la Tierra – me dije a mí misma.
Bueeenooo, aquí acaba el poostt de hoyyy... Espero que os haya gustado! Y si es así darle un GRAN like o corashonsito (como me gusta llamarlo a mí jajajs). La semana que viene maass mis pequeños lectoreeesss!! Adiooooooossss 😘
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